La participación ciudadana, se asemeja a un árbol frondoso de ramas robustas y largas, donde encontramos todas las áreas de la vida humana desde la salud hasta la vivienda, desde la educación hasta la convivencia pacifica, y lo mejor es el fruto; el desarrollo de la comunidad, que tiene vitaminas imprescindibles como el bienestar, la prosperidad, la planeacion, la concertación, la solidaridad y la realización personal de los miembros de una comunidad entre otros beneficios colectivos.
En Cartagena, el árbol de la participación no ha podido crecer normalmente, por falta del riego adecuado, consistente en la poca voluntad de las administraciones de turno para destinar los recursos económicos suficientes que aseguren la inversión en formación ciudadana, abono integral con el cual la participación ciudadana deja de ser una utopía. De nada vale tratar de copiar experiencias exitosas de otras ciudades cuando en los presupuestos se asignan sumas pírricas para este tema.
En la propuesta presentada por la Alcaldesa de Cartagena sobre el Plan de Desarrollo “Por una Sola Cartagena”, en el objetivo numero 6, Recuperación de la confianza de los ciudadanos en el gobierno, se encuentra la estrategia; participación Ciudadana eje del desarrollo local con dos programas, fortalecimiento de las organizaciones sociales comunitarias y construcción de tejido Social y formación ciudadana y liderazgo para la gestión local. Situación que evidencia lo antes expuesto, ya que lo relacionado con esta temática debe ser un objetivo y no seguir siendo minimizado, por que de esa manera no se podrá asegurar la inversión económica que se requiere para educar y reeducar a la ciudadanía con el fin de alcanzar mejores niveles de intervención de los habitantes en la solución de los problemas que mas los afectan.
Existen antecedentes de acciones aisladas de cultura ciudadana como las que realizo el ex alcalde Alberto Barboza, con su campaña “Esa es Buena”, pero que desafortunadamente no se le dio continuidad, el periódico el Universal por iniciativa propia ha emprendido campañas cívicas para conseguir que los ciudadanos ejercieran el derecho al sufragio con responsabilidad, pero para lograr resultados positivos y un definitivo cambio de aptitud en la población seria conveniente la formulación y ejecución de un plan distrital de formación ciudadana que se nutra de las propias costumbres Cartageneras para potencializar nuestras cualidades humanas y desaprender las practicas negativas, en un proceso liderado desde la administración distrital, con la intervención activa de las instituciones del estado, de los medios de comunicación y en general de las fuerzas vivas de la ciudad.
Para lograr estos propósitos los cartageneros en un acto de transformación moral estamos obligados a reconocer las riquezas y saberes de nuestros conciudadanos, abandonando esa vieja aspiración de que vendrán desde otras tierras a resolvernos los problemas, ignorando y siendo indiferentes con las calidades de los coterráneos, desaprovechando los aportes que estos podrían hacer. La Alcaldesa Judit Pinedo Flores, tiene el reto de considerar las sugerencias de todos para que el plan de desarrollo sea realizable y tenga la pertinencia y prospectiva de progreso colectivo que todos anhelamos. ¡Viva Cartagena!
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