jueves, 29 de noviembre de 2007

ASÍ ES LA DEMOCRACIA.


Así es la Democracia.

En las elecciones para Alcalde de Cartagena del año 1994, la gran mayoría de las fuerzas políticas rodeaban al candidato Héctor García Romero, mientras que Guillermo Paniza Ricardo, casi en solitario libraba una lucha con certeros golpes de opinión como: dormir en sectores populares para conquistar el apoyo de los inconformes o realizar mítines en sitios con problemas como la laguna que se formaba en el barrio nuevo bosque; detrás de el estaban los gremios y el ex alcalde Nicolás Curi Vergara.

Al final de esa justa democrática Paniza venció en forma indiscutible, su discurso convenció al electorado, llego al poder del palacio de la aduana con un respaldo popular inigualable que presagiaba cambios definitivos en la forma de administrar la ciudad y la implantación de nuevos modelos para hacer política, pero desafortunadamente en su ejercicio como Alcalde siguió con la confrontación como si el debate electoral hubiese continuado, desvaloro en su totalidad las acciones de la anterior administración, desaprovechando los avances significativos que en algunas áreas se alcanzo, además mantuvo por largo tiempo una batalla estéril con el concejo de la ciudad.

Esas condiciones causaron por ejemplo: la parálisis del proceso de descentralización administrativa al ordenar el Alcalde que los funcionarios delegados en las Alcaldías Menores por secretarias como educación, obras y hacienda entre otras retornaran a las oficinas centrales, de igual manera el Alcalde reasumió funciones delegadas a los Alcaldes Menores, en materias de urbanismo, restitución de los espacios públicos y la imposición de multas, la caja menor por los gastos de las Alcaldías Menores, se redujeron de diez (10) a Cinco (5) salarios mínimos y el rubro destinado a la ejecución directa de obras menores, fue abolida.


El 28 de octubre de este año, la historia se ha repetido con protagonistas diferentes, el pueblo se pronuncio en las urnas, le ha dicho a Judith Pinedo ; “asume el poder de gobernar la ciudad para que conviertas en realidad todo ese cúmulo de buenos deseos para la comunidad cartagenera, que desde hace muchos años vienes predicando” y a su directo opositor Juan Carlos Gossain le ordeno la postergación de sus aspiraciones, quizás para que sus virtudes se acrecienten con el rigor de la forzada reflexión.

La futura administración distrital debe tender puentes de reconciliación, teniendo de presente que si queremos construir una comunidad modelo, a sus integrantes nos corresponde aportar nuestro concurso en pleno ejercicio de la convivencia pacifica, solo así se podrán sentar las bases para una Cartagena mas justa con prosperidad para todos.
Los graves problemas sociales, no dan espera, requieren de la intervención efectiva de la administración; no se puede pretender que nos traigan soluciones de afuera, desconociendo las inmensas cualidades de los nativos cartageneros, por lo que es obligatorio crear modelos propios de desarrollo local. En ese sentido es conveniente aprovechar la voluntad política del gobernador electo del Departamento de Bolívar, Joaco Berrio Villarreal, quien ha manifestado su intención de apoyar a la administración distrital en la tarea de mejorar las condiciones de vida de los cartageneros.

El 1º enero del 1998, el entonces Alcalde Guillermo Paniza, entregaba el bastón de mando a su aliado Nicolás Curi Vergara, diez años después este ultimo hará lo mismo con Judith Pinedo, aliada de Paniza, pero critica acérrima de Curi.
Así es la democracia.

INDEPENCIA POLITICA CON EL DADIS DE CARTAGENA.

INDEPENCIA POLITICA PARA EL DADIS.
Ante el desdén que se evidencia en el manejo administrativo de los asuntos sobre seguridad social en salud en Cartagena, en una madrugada novembrina cuando la mente se despeja y llegan pensamientos luminosos, amanecí reflexionando referente a quienes son los responsables de la caótica situación de la salud local, y después de un profundo análisis encontré que el Departamento Administrativo de Salud, DADIS, le asiste la mayor responsabilidad debido a las funciones otorgadas y delegadas por la ley, decretos y demás actos administrativos a las entidades territoriales de salud.

La ley 100 de 1993, en su artículo 176, establece entre otras disposiciones que las Direcciones seccionales: son las entidades que formulan políticas en salud, administran recursos del subsidio para la población más pobre, inspeccionan y vigilan la aplicación de normas técnicas, científicas, administrativas y financieras que expida el Ministerio de salud o el Consejo territorial de seguridad social en salud. Son funciones fundamentales para que la comunidad mejore sus condiciones en esa área vital.

Sin embargo al DADIS, le hacen falta dos requisitos esenciales para ejercer con autonomía sus labores; primero la independencia Política y en segundo lugar el fortalecimiento del área de inspección, vigilancia y control, lo que podría permitir que los funcionarios nombrados en esa dependencia actúen sin ninguna clase de obstáculos observando cada uno de los principios de la administración publica, contemplados en el código contencioso administrativo; de esa manera ninguna Institución Prestadora de servicios de salud, se podría escapar de ser sancionada cuando se demuestre el incumplimiento de sus deberes para los afiliados y con la ciudadanía en general.

La ley 100 de 1993, en su artículo198, ordena que las Instituciones Prestadoras de Servicios de salud deberán garantizar un adecuado sistema de información de sus servicios y atención a los usuarios, mediante la implementación de una línea telefónica abierta con atención permanente 24 horas. Norma que pasa a ser letra muerta ya que ninguna institución de salud en Cartagena, cuenta con esa clase de atención para sus beneficiarios. De igual manera el artículo 168 de la misma ley, señala que la atención inicial de urgencias debe ser prestada en forma obligatoria por las entidades públicas y privadas que presten servicios de salud, a todas las personas, independientemente de la capacidad de pago. Su prestación no requiere contrato ni orden previa. El costo de estos servicios será pagado por el fondo de solidaridad y garantía o por la entidad promotora de salud al cual este afiliado.

Entonces preguntamos 1. ¿Porque no se conocen las sanciones, ni las estadísticas del incumplimiento frecuente a la ley en asuntos de la salud? 2. ¿Porque para la atención inicial en las urgencias, las clínicas y hospitales públicos o privados antes de ingresar al paciente les exigen el carné de afiliación o el pago de un anticipo económico de lo contrario no lo reciben?
Creemos que la buena voluntad del personero para defender los intereses colectivos, ni la persistente gestión de los veedores en salud; son suficientes para resolver esta problemática, se necesita de la directa intervención de la alcaldía como administración central para convertir al DADIS, en una entidad con resultados favorables.
La palabra y poder de decisión lo tiene la alcaldesa, que Dios la ilumine en favor de todos los cartageneros.

beropa@latinmail.com