Por la importancia que representan para la ciudad comentare varias acciones del gobierno Distrital de las cuales he sido testigo por desempeñarme como asesor del Programa de lucha contra el hambre de la Alcaldía de Cartagena, que ha nuestro juicio se constituyen en efectivos golpes contra la pobreza.
En la apertura del comedor en la Institución Educativa, San Felipe Neri, la alegría de los niños era desbordante, desde ese día 3 de octubre tendrían la posibilidad de desayunar y almorzar en la escuela, los alumnos se habían ganado la simpatía del burgomaestre local al recibirlo con vítores y aplausos en una anterior visita. El alcalde Curi, expreso su complacencia en ejecutar ese tipo de acciones sociales en pro de las comunidades mas necesitadas y anuncio su propósito de asumir directamente los costos de la ampliación de la cobertura de los comedores escolares que funcionaban en concertación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
El acto realizado el 1º de noviembre donde, el Alcalde, junto a Directivos de la Universidad de Cartagena inauguro el servicio del comedor para 700,estudiantes pertenecientes a los niveles 1 y 2 del sisben, en la sede del Barrio Zaragocilla dentro de los planes alternativos del programa lucha contra el hambre, estuvo lleno de fuertes emociones por lo que significaba acabar con uno de los obstáculos que tienen los alumnos de estrato uno y dos para el normal desarrollo de sus actividades académicas: la falta de una buena y oportuna alimentación.
La cara de satisfacción de los universitarios era indescriptible, el escepticismo que caracteriza a la mayoría de estos jóvenes, había desaparecido ante la evidencia de los hechos, un líder estudiantil tomo la palabra para manifestar que la comunidad universitaria recibía con agrado la implementación de ese programa, el coro san Agustín interpreto entre otras, composiciones de Jorge Artel, el grupo folclórico dirigido por Juancho Sierra subió los ánimos al máximo cuando cantaron el tema “Cartagena Alegre”, del maestro Catalino Parra que dice: ehh, ehh Cartagena, Cartagena es Bonita, provocando que el sonido de los tambores removieran dentro de cada uno los asistentes los mas profundos sentimientos de la Cartageneridad.
Maria Bernarda Pérez, trabajadora social egresada de la universidad de Cartagena, hoy funcionaria de la Alcaldía, no podía esconder su felicidad al recordar que ella como muchas de sus compañeras de estudios, padecieron en carne propia esa calamidad. En su época las que podían llevaban algunos alimentos que luego eran compartidos en medio de las extensas jornadas de clases, con las que solo iban con sus libros y la gran voluntad de llegar a ser unas profesionales, fueron tiempos duros que sembraron en la conciencia de esta funcionaria la idea de apoyar decididamente al Señor Alcalde en la extensión del programa de lucha contra el hambre a la universidad.
Actualmente muchos jóvenes, ya eran en expertos malabaristas de la alimentación para solventar su precaria situación que no les permitían consumir
Adecuadamente las porciones de carbohidratos y proteínas requeridas para una alimentación básica; ante la disyuntiva de almorzar o quedarse sin la plata del transporte para regresar a casa, lo mejor era resistir.
El Reconocimiento a las buenas acciones, es un principio ético.
beropa@latinmail.com
En la apertura del comedor en la Institución Educativa, San Felipe Neri, la alegría de los niños era desbordante, desde ese día 3 de octubre tendrían la posibilidad de desayunar y almorzar en la escuela, los alumnos se habían ganado la simpatía del burgomaestre local al recibirlo con vítores y aplausos en una anterior visita. El alcalde Curi, expreso su complacencia en ejecutar ese tipo de acciones sociales en pro de las comunidades mas necesitadas y anuncio su propósito de asumir directamente los costos de la ampliación de la cobertura de los comedores escolares que funcionaban en concertación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
El acto realizado el 1º de noviembre donde, el Alcalde, junto a Directivos de la Universidad de Cartagena inauguro el servicio del comedor para 700,estudiantes pertenecientes a los niveles 1 y 2 del sisben, en la sede del Barrio Zaragocilla dentro de los planes alternativos del programa lucha contra el hambre, estuvo lleno de fuertes emociones por lo que significaba acabar con uno de los obstáculos que tienen los alumnos de estrato uno y dos para el normal desarrollo de sus actividades académicas: la falta de una buena y oportuna alimentación.
La cara de satisfacción de los universitarios era indescriptible, el escepticismo que caracteriza a la mayoría de estos jóvenes, había desaparecido ante la evidencia de los hechos, un líder estudiantil tomo la palabra para manifestar que la comunidad universitaria recibía con agrado la implementación de ese programa, el coro san Agustín interpreto entre otras, composiciones de Jorge Artel, el grupo folclórico dirigido por Juancho Sierra subió los ánimos al máximo cuando cantaron el tema “Cartagena Alegre”, del maestro Catalino Parra que dice: ehh, ehh Cartagena, Cartagena es Bonita, provocando que el sonido de los tambores removieran dentro de cada uno los asistentes los mas profundos sentimientos de la Cartageneridad.
Maria Bernarda Pérez, trabajadora social egresada de la universidad de Cartagena, hoy funcionaria de la Alcaldía, no podía esconder su felicidad al recordar que ella como muchas de sus compañeras de estudios, padecieron en carne propia esa calamidad. En su época las que podían llevaban algunos alimentos que luego eran compartidos en medio de las extensas jornadas de clases, con las que solo iban con sus libros y la gran voluntad de llegar a ser unas profesionales, fueron tiempos duros que sembraron en la conciencia de esta funcionaria la idea de apoyar decididamente al Señor Alcalde en la extensión del programa de lucha contra el hambre a la universidad.
Actualmente muchos jóvenes, ya eran en expertos malabaristas de la alimentación para solventar su precaria situación que no les permitían consumir
Adecuadamente las porciones de carbohidratos y proteínas requeridas para una alimentación básica; ante la disyuntiva de almorzar o quedarse sin la plata del transporte para regresar a casa, lo mejor era resistir.
El Reconocimiento a las buenas acciones, es un principio ético.
beropa@latinmail.com
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