¿Cuál es el verdadero progreso?
Por: BERNARDO ROMERO PARRA
P.U. Comunicación Social Periodismo
Dos contertulios de la plaza de la proclamación en el centro histórico de Cartagena de Indias, discutían acaloradamente: uno decía que tal personaje había progresado porque después de venir en condición de pobreza extrema a la ciudad, hoy tenia vehículo propio y residía en un lujoso apartamento en un barrio de estrato seis, mientras el otro le respondía que eso no era progreso porque el personaje cuestionado a pesar de vivir en mejores condiciones económicas seguía siendo un individuo de dudosa reputación y malas costumbres que no se detenía ante nada para conseguir su beneficio personal, al final de la tarde la discusión termino sin un ganador claro y cada quien se quedo con sus propios conceptos.
El anterior relato nos sirve de base para analizar un conflicto ético que nuestra sociedad se ha negado a dilucidar desde hace mucho tiempo ¿Cuando existe el verdadero progreso humano; cuándo hay progreso socioeconómico o material o cuando el individuo avanza en el pleno ejercicio de sus dimensiones y valores humanos en pro del bienestar colectivo, adquiriendo un grado superior de conciencia que lo lleva a conquistar el amor por la humanidad?
¿Habrá progreso solo con la adquisición de grandes sumas de dinero, la posesión y ostentación de joyas , cantidades de bienes inmuebles como vehículos, casas, apartamentos, fincas, empresas lo que se llama una gran fortuna, sin que en el corazón del individuo existan siguiera unas gotas de caridad, respeto, justicia, tolerancia, dignidad, comprensión y humildad?
¿Habrá progreso con la obtención de poder político, social y económico que pone a la disposición del ser el disfrute de todas las banalidades humanas convirtiendo a la persona en millonaria en sensaciones, pero miserable moral y espiritualmente?
¿Habrá progreso cuando el individuo por el hecho de alcanzar metas materiales, menosprecie a sus semejantes considerándolos de menos categoría? Sencillamente creo que no, que el verdadero progreso es el resultado de una serie de elementos que conjugados producen una reforma intima en la persona que le permite vivir el bienestar material que produce la intelectualidad junto al ejerció de principios y cualidades morales que facilitan el respeto y amor por el prójimo.
La sociedad debería reconocer el progreso de una persona en su actuar siempre de respeto y consideración con los demás, en la ausencia total de orgullo y egoísmo, en la sinceridad, en la discreción y humildad, en general en sus valores humanos que sumados a los avances en las condiciones materiales originan el verdadero progreso.
Por: BERNARDO ROMERO PARRA
P.U. Comunicación Social Periodismo
Dos contertulios de la plaza de la proclamación en el centro histórico de Cartagena de Indias, discutían acaloradamente: uno decía que tal personaje había progresado porque después de venir en condición de pobreza extrema a la ciudad, hoy tenia vehículo propio y residía en un lujoso apartamento en un barrio de estrato seis, mientras el otro le respondía que eso no era progreso porque el personaje cuestionado a pesar de vivir en mejores condiciones económicas seguía siendo un individuo de dudosa reputación y malas costumbres que no se detenía ante nada para conseguir su beneficio personal, al final de la tarde la discusión termino sin un ganador claro y cada quien se quedo con sus propios conceptos.
El anterior relato nos sirve de base para analizar un conflicto ético que nuestra sociedad se ha negado a dilucidar desde hace mucho tiempo ¿Cuando existe el verdadero progreso humano; cuándo hay progreso socioeconómico o material o cuando el individuo avanza en el pleno ejercicio de sus dimensiones y valores humanos en pro del bienestar colectivo, adquiriendo un grado superior de conciencia que lo lleva a conquistar el amor por la humanidad?
¿Habrá progreso solo con la adquisición de grandes sumas de dinero, la posesión y ostentación de joyas , cantidades de bienes inmuebles como vehículos, casas, apartamentos, fincas, empresas lo que se llama una gran fortuna, sin que en el corazón del individuo existan siguiera unas gotas de caridad, respeto, justicia, tolerancia, dignidad, comprensión y humildad?
¿Habrá progreso con la obtención de poder político, social y económico que pone a la disposición del ser el disfrute de todas las banalidades humanas convirtiendo a la persona en millonaria en sensaciones, pero miserable moral y espiritualmente?
¿Habrá progreso cuando el individuo por el hecho de alcanzar metas materiales, menosprecie a sus semejantes considerándolos de menos categoría? Sencillamente creo que no, que el verdadero progreso es el resultado de una serie de elementos que conjugados producen una reforma intima en la persona que le permite vivir el bienestar material que produce la intelectualidad junto al ejerció de principios y cualidades morales que facilitan el respeto y amor por el prójimo.
La sociedad debería reconocer el progreso de una persona en su actuar siempre de respeto y consideración con los demás, en la ausencia total de orgullo y egoísmo, en la sinceridad, en la discreción y humildad, en general en sus valores humanos que sumados a los avances en las condiciones materiales originan el verdadero progreso.
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