sábado, 27 de noviembre de 2010

NO A LEGALIZACIÖN DE DROGAS: Alexis, comenzo con un puchito de marihuana a los 16 años, hoy tiene 56 años y sigue robando para consumir....

¿Que hubiese pasado, si en aquella mañana del mes de abril de hace cuarenta (40) años: Alexis, el hijo mayor de seis (6) hermanos, no hubiera probado aquel cigarrillo cargado con marihuana? La respuesta definitivamente nadie la puede contestar con total certeza. Pero me atrevo a afirmar que indudablemente las condiciones de su familia serian otras a la fecha de hoy, han transcurrido cuatro décadas de sufrimiento para los padres, hermanos y demás familiares de Alexis, mientras él sigue afirmando que no tiene ningún problema.

Al principio nuestro personaje solo necesitaba consumir un puchito diario de marihuana y eso le producía una tranquilidad enorme, luego el cuerpo le pidió aumentar la dosis, entonces tenia que salir en las noches a comprar otra dosis, ya a los seis meses el dinero no le alcanzaba para comprar los pases de perico (gramos de cocaína) que requería para calmar la adicción. Como era un estudiante de secundaria, dependiente económicamente de sus padres, comenzó a robarles dinero y cualquier objeto de valor para costearse las dosis de cocaína, de repente se extraviaron elementos de la platería, luego Alexis vendía sus propias prendas de vestir y las de sus hermanos, los padres trataron de ignorar la grave situación pero cada día surgía nueva evidencia de que su hijo estaba en las garras de la drogadicción.

Alexis dejo los estudios y lo convencieron para ingresar a la infantería de marina a prestar el servicio militar con la idea de que allí abandonaría el uso de drogas, pero no fue así, se evadió del servicio en varias ocasiones para saciar su sed de consumir hasta que un día su padre en un arranque de valentía lo entrego a las autoridades militares quienes le hicieron consejo de guerra por el delito de deserción y tuvo que pagar una condena de varios meses en un centro de reclusión penitenciario, donde el estado de adicción empeoro al encontrarse con reos que habían llegado a los grados máximos de consumo de alucinógenos.

Al cumplir la pena, termino de prestar el servicio militar prácticamente empujado por sus padres por las continuas evasiones del servicio, hasta el punto que cuando le dieron permiso para que se tomara la foto para la libreta militar, en vez de dirigirse a un estudio fotográfico se fue a uno de los tantos expendios de marihuana, de donde tuvo que ser sacado por varios allegados al ver el grado de irresponsabilidad de Alexis.

El hogar se destruía paulatinamente con el enfrentamiento entre los padres culpándose el uno al otro, hasta llegar a la separación. Alexis quedo con su abuela materna junto a sus hermanos menores, mientras su madre viajaba al exterior en busca de nuevas oportunidades. Las cosas no cambiaron Alexis continuo con su drogadicción robándose las cucharas, cuchillos, ropa usada, prestando utensilios domésticos como martillos, palas y pinzas a los vecinos para luego venderlos, su abuela con su amor materno asumió su defensa ante los reclamos de los otros familiares que salían afectados por los robos, pero este no reaccionaba y un día cuando la abuela estaba en cama, por una crisis de asma, Alexis tuvo el cinismo de vender el jarabe para la abuela que confiadamente se le había encargado de comprar.

Hoy Alexis tiene cincuenta y seis (56) años; ha estado internado más de tres veces en centros de rehabilitación, estuvo detenido en varias ocasiones por consumo de estupefacientes, recibe la alimentación de su madre que recibe una pensión, jamás ha tenido un trabajo formal, se rebusca para consumir marihuana y a veces pastillas que le traban la lengua y lo hacen algaretear (perder el control), pero no pierde la mala costumbre de llevarse los billetes u objetos que estén a su alcance cuando tiene ganas de consumir y no tiene dinero, su madre debe tener todo bajo candado, so pena de perder lo que no este asegurado. Su futuro es crónica anunciada de toda una vida de dependencia de alucinógenos que hacen que el corazón se le acelere o tener pesadillas cuando deja un día de consumir.

La pregunta es ¿Desearemos una vida así para nuestros hijos, parientes, vecinos u otras personas? ¿Cómo podemos estar seguros que la marihuana no causara adicción a una persona? ¿Que me digan quien se ha librado de las garras de la droga por su propia cuenta? ¿Qué me digan quien control por su voluntad la adicción a las drogas?

Las respuestas es que no hay en el planeta tierra ser humano que pueda controlar con plena voluntad los efectos de la adicción a las drogas, por esa razón NO a la legalización de la marihuana.

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